Martes, 18 de septiembre de 2012
En su presentación ayer en la Universidad de George Washington, Gerver Torres tocó un tema que, por razones obvias, pocos abordan públicamente: ¿Cómo debe reaccionar la oposición si Chávez gana las elecciones por un estrecho margen?
Gerver ofrece una respuesta a esta pregunta que suscribo con todos sus puntos y comas.
Si Chávez gana por pocos puntos, la oposición debe sentir esa derrota como una victoria y no olvidar que, pese a haber perdido el 7 de octubre, la victoria puede estar muy, muy cerca -quizá meses por la enfermedad de Chávez.
Porque en términos reales, considerando el masivo gasto público, el ventajismo, la intimidación y otros factores, una victoria pírrica de Chávez es una victoria para la oposición; un testimonio del esfuerzo descomunal que ha liderado Capriles durante los últimos meses para lograr una transición pacífica de poder en Venezuela.
El liderazgo opositor debe entonces hacer todo lo posible para cerrarle el paso a la desmoralización y seguir luchando como si la victoria estuviese al alcance de la mano (porque puede estarlo). Debe hacer sentir a toda la oposición organizada que la salida de esta pesadilla podría estar mucho más cerca de lo que imaginamos.
Capriles, por supuesto, debe asumir un papel protagónico en esta tarea. Si Chávez gana por poco, él será el verdadero ganador y debe comunicarle al país que la oposición seguirá luchando y sumando voluntades casa por casa como si nada hubiese ocurrido entre el 6 del 8 de octubre.
Esto, claro, seguiría siendo una apuesta. Pero en este escenario no tendríamos mejor camino que apostar a la posibilidad real de que el final esté cerca.
Share