Miércoles, 18 de noviembre de 2009
Varios factores, casi todos domésticos, podrían explicar la retórica belicista de Chávez hacia Colombia.
1) Distraer a los venezolanos de la creciente lista de problemas que confronta el país, incluyendo la alta inflación, la inseguridad y la crisis del agua y la electricidad.
2) Energizar y aglutinar a sus bases agitando la bandera del nacionalismo y del enemigo externo.
3) Mantener un clima de conflictividad que prepare el terreno para tomar acciones contra los gobernadores opositores de los estados fronterizos Zulia y Táchira (las denuncias del oficialismo vinculando a estos dos gobernadores con paramilitares colombianos son cada vez más comunes).
Los gobiernos de Brasil y España se han ofrecido como mediadores del conflicto entre Venezuela y Colombia. Marco Aurelio García, poderoso asesor de Lula, declaró a El País de España que Brasil podría ayudar a acordar un sistema de vigilancia conjunta de la frontera entre los dos países. Pero Chávez rechazó la posibilidad, escudándose con el viejo argumento de la soberanía.
¿Por qué Chávez rechazó tan tajantemente la oferta de mediación del presidente Lula, con quien tiene excelentes relaciones? He escuchado a algunos decir que por las mismas razones que lo llevaron a hablar de guerra (citadas arriba). Sin embargo, yo creo que el motivo principal es otro. Chávez no puede permitir la presencia de un mediador porque eso podría dejarlo al descubierto. A Chávez no le conviene que un tercero –menos un tercero con el prestigio de Brasil– verifique que las FARC han prácticamente tomado el sur de los estados Táchira y Apure ante la vista gorda de los militares venezolanos.
Esto me lleva a hacer la siguiente predicción. En el corto plazo Chávez va a bajar el tono del discurso contra Colombia. En primer lugar, porque necesita esquivar la presión internacional para una mediación (ya el vicecanciller dijo “no necesitamos mediación porque no hay crisis”). En segundo lugar, encuestas recientes señalan que la mayoría de los venezolanos rechazan el discurso guerrerista contra Colombia. Chávez podrá haber dado múltiples muestras de su carácter errático, pero también ha dado muchas muestras de su astucia política (ver ejemplo de La Piedrita).
¿Cuánto tiempo va a durar la tregua? No creo que mucho. Por más que se esfuerce en ser comedido y racional, su naturaleza –como en el cuento del alacrán– lo llevará otra vez a un escenario de conflictividad.
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