Martes, 23 de julio de 2013
The Economist le dedicó su portada al triunfo de los países desarrollados en la lucha contra el crimen. Fíjense, por ejemplo, lo que ha pasado en el G7:
En Venezuela, como ya sabemos, la historia es al revés. Pero al chavismo le gusta achacarle la culpa de la alta tasa de homicidios a los valores capitalistas que el gobierno, pese a sus titánicos esfuerzos, no ha podido erradicar. Ni esto es cierto ni tampoco es cierto que la culpa es del socialismo del siglo XXI.
No hay que olvidar que, de los principales miembros del ALBA, Ecuador es el que tiene la más alta tasa de homicidios después de Venezuela. Alrededor de 22 homicidios por cada 100 mil habitantes. Venezuela tiene 52. Cuba, Bolivia y Nicaragua menos de 15. (Si utilizamos los datos conservadores, favorables para Venezuela, del Banco Mundial).
Como en varios otros indicadores, nuestro país es, de lejos, el peor del ALBA.
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