Viernes, 4 de mayo de 2012
En el pasado mes la euforia que en los últimos años ha provocado Brasil se ha desinflado un poco. Ya he leído al menos unos cinco o seis artículos cuestionando si el hype de Brasil –emblematizado por esta portada de The Economist– ha sido un poco exagerado . Hay gente que lleva ya tiempo diciéndolo, pero mi percepción es que se han multiplicado las voces.
Y, por supuesto, ya han salido algunos a decir que Brasil no es un verdadero BRIC; que los BRIC se deberían llamar BIC o BICS (si incluimos a Sur África).
El problemas es que, excepto China, a todo los miembros de los BRICS le han cuestionado su membresía:
Fareed Zakaria: Is India the broken BRIC?
Ian Bremmer: Of all the BRICS, Russia should not be there.
Jim O’Neill (creador del acrónimo): South Africa is not a true BRIC.
Andrés Oppenheimer: Los BRICS podrían ser renombrados RICS.
Un dato curioso. Los que quieren sacar a Brasil de los BRIC son, por lo general, expertos en América Latina. Ian Bremmer comenzó su carrera como especialista en Rusia. Y Zakaría nació y creció en la India.
Para mí, sin embargo, no queda duda de que Rusia es el BRIC más dudoso. Y que el argumento para incluir a Indonesia es convincente. Es más, apostaría que la razón por la cual Indonesia no logra entrar y Sur África entró tan fácil es que BRICS es más bonito que BRIIC.
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