Lecciones LGBT

Lunes, 26 de agosto de 2013

Escribiendo un pequeño artículo sobre la homofobia en Venezuela, me tropecé con esto de Javier Corrales sobre las exitosas estrategias que han utilizado los grupos que defienden los derechos de los homosexuales.

¿Puede aprender algo la oposición venezolana de estos grupos? Pónganse a ver, la lucha de la oposición, al igual que la lucha de las comunidades LGBT, es una guerra que se pelea bajo condiciones increíblemente adversas. Miremos entonces:

Rather than destroy the status quo, [LGBT groups] seek to work the status quo. Every time they encounter an institutional barrier, they search for openings elsewhere in the system. If the executive branch is impenetrable (as in Colombia), they work the national courts. If the national courts are impenetrable (as in Brazil and Chile), they work the bureaucracy. And if both are impenetrable, they shift locations. Sometimes, LGBT go abroad to lobby international organizations such as the United Nations, hoping this lobbying will have a boomerang effect. Other times they simply shift their target toward a new province, as occurred in Argentina in 2009, when a gay couple facing a legal challenge to marry found a province that would marry them. LGBT are not so much institution killers as they are institutional loophole-searchers, which is a rare trait in the category of anti-establishment politics.

No es que la oposición no haya aplicado ya algunas de estas estrategias. Pero ¿se podrá hacer de una manera más metódica, planificada, constante e inteligente?

Otra potencial lección:

LGBT groups…[have].. discovered the political advantage of embracing the marriage issue. It gave them a conservative argument to use against their conservative foes. Fighting conservatism with conservatism has proven to be a real coup.

¿De qué maneras creativas podemos acorralar discursivamente al gobierno utilizando sus propias causas/argumentos?

Luego:

LGBT groups are succeeding in politics also because they are drawing lessons from the business world. From the ad industry, to give one example, LGBT groups have drawn the lesson that nothing sells like the creation of status symbols. Thus, LGBT groups have created the notion that being pro gay is a symbol of being modern, cosmopolitan, and hip. The notion that gay is chic does not always catch on, but every once in a while, it produces a knock out.

Por supuesto, la desventaja aquí es que la oposición no cuenta con la misma plataforma mediática con la que cuenta el gobierno para difundir un mensaje coherente e inteligente. De igual modo, ¿no hay espacio para ser más creativos con el mensaje?

Finalmente:

LGBT groups know that their ideological forté is to focus on old-fashioned principles of the Enlightment–liberty and equality. Much of their success stems from their refusal to privilege one principle over the other, as the hard left and hard right often do, but rather, to always portray the fight for LGBT rights as a struggle for freedom and equality simultaneously.

En fin, uno de esos artículos con argumentos sobre un tema que, aplicados a otro tema, abren muchas avenidas de pensamiento.

Ser pobre en un país rico

Lunes, 19 de agosto de 2013

A través de Wonkblog llego a esta serie de gráficos iluminadores que confirman una vaga intuición mía sobre la errónea y frecuente nivelación de problemas comunes del primer y  el tercer mundo como la pobreza y la desigualdad. Por nivelación quiero decir que estos problemas tienen un escala diferente en cada lugar.

Miren abajo. El eje X representa la posiciones individuales en la distribución de ingreso en el país. El eje Y representa la posición en la distribución del ingreso global.

¿Qué quiere decir esto?

Ser pobre en Brasil significa estar entre los más pobres del mundo, mientras que ser pobre en Estados Unidos es el equivalente a ser clase media en Brasil o pertenecer a la clase media global (indicada por la línea punteada).

Fíjense que con sólo nacer en Estados Unidos un ciudadano ya es, globalmente, miembro de la clase media. Así que cada vez que escuchan que millones de personas se han unido a la clase media en India o China, no olviden que esa clase media sigue siendo más pobre que los más pobres de Estados Unidos, por no hablar de Alemania y Dinamarca.

Brasil, por cierto, no puede verse peor en este gráfico. Lo más pobres están entre los más pobres del mundo. Pero los más ricos son tan ricos como los más ricos en EEUU.

Sigan viendo:

El cálculo de la homofobia

Viernes, 16 de agosto de 2013

Maduro aclaró que el oficialismo no es homofóbico. El problema con los miembros de Primero Justicia no es su supuesta homosexualidad, sino sus actividades ilícitas.

Aplaudió también a Pedro Carreño por pedir disculpas a las comunidades “sexo-diversas.” Su subalterno habrá dicho comentarios falsos y homofóbicos sobre Capriles, pero tuvo el valor de pedir perdón. No por la falsedad sino por la homofobia, pero igual…

Primero algo.

Pocas personas se toman el tiempo de iluminar la falsedad de estas “aclaraciones” porque la verdad es obvia. Intelectualmente, demostrar porqué lo dicho por Maduro es una hipocresía es como darle palo a un caballo muerto. ¿Cuántos comentarios homofóbicos ha hecho ya el oficialismo –incluyendo Maduro mismo– para luego disculparse para luego volver a hacerlos?

Lo peor es que, incluso en las aclaraciones, uno puede detectar claramente la homofobia. ¿Cómo? En la manera como desdibujan los límites que separan conceptos totalmente distintos como homosexualidad y perversión, gay y corrupción, travesti y prostitución.

¿Y por qué la insistencia en el discurso homofóbico? Probablemente por cálculo político:

No me extrañaría que ese 30 por ciento tolerante ya esté mayoritariamente en el campo opositor.

Corrección: En Facebook Luis Gomez Calcaño me informa que hay una encuesta de Lapop más reciente donde el porcentaje de tolerancia sube en Venezuela a 38 por ciento. Sigue siendo sorpresivamente bajo (y no invalida la hipótesis del cálculo), pero es una buena noticia. Si la tolerancia sigue subiendo, disminuirá el número de comentarios homofóbicos de los políticos.

Gratuito radicalismo

Miércoles, 14 de agosto de 2013

De lejos, lo más grotesco que hizo el oficialismo ayer fue presentar una serie de fotografías de Oscar López como prueba de la perversión que corroe a Primero Justicia.

En estas imágenes López aparece con otros hombres, abrazándose con ropa y a veces vestido de mujer. Para el gobierno esto prueba que López está conectado a bandas de prostitución y de tráfico de drogas.

Maduro, además, avaló esta teoría. Defendiéndose contra acusaciones de homofobia espetó que el peor homofóbico “es el que venga a prostituir a jóvenes porque tiene el poder político de ser jefe de despacho de una gobernación”.

¿Pruebas de que López estaba prostituyendo a  jóvenes? El oficialismo no ha mostrado ninguna. Se supone que las fotografías bastan.

Ahora bien, ¿por qué llegar a este extremo, en este momento? En los días después de las elecciones, cuando el gobierno se tambaleaba, un exabrupto como este hubiese sido comprensible. Pero el gobierno está ahora en una posición más fuerte. Uno asumiría que no hay razón para este brote de radicalismo.

¿Qué pasa entonces?

Con el tema de la lucha anticorrupción el gobierno ha estado implacablemente on message. Desde hace tiempo el oficialismo no aplicaba una disciplina de mensaje tan severa. El episodio de ayer quizá fue perversamente diseñado para darle un impulso a esta estrategia.

Lo que no se entiende es porque tenían que llegar a ese extremo.

La única explicación que encuentro es que encontraron esas fotos y no pudieron resistir la tentación de lanzar esas acusaciones infundadas y homofóbicas.

Exprópiese

Martes, 13 de agosto de 2013

Si algo nos dicen las grandes “revelaciones” de hoy en la AN, es que el gobierno ya quemó todos sus cartuchos. Porque, si esas fotos de Oscar López es lo mejor que tienen, no hay mucho que temer. Más aún, que hayan caído tan bajo y hayan tenido que recurrir a la divulgación homofóbica de esas fotos y a los supuestos “bacanales” de PJ es una prueba de que la oposición no tiene muchos esqueletos en el clóset. O quizá sí los tiene pero el gobierno es tan incompetente espiando como lo es en otros ámbitos.

Sin embargo, la polvareda que levantó este espectáculo burdo sí logró un objetivo concreto: nublar una denuncia que hizo Andrés Velásquez. (También pretendió legitimar una nueva (e innecesaria) ley dictatorial habilitante, pero no me extrañaría que haya logrado lo contrario).

Ayer el gobierno anunció la nacionalización de Venprecar y Orinoco Iron. Pero esas dos empresas –y San Google lo confirma– ya habían sido nacionalizadas.

¿Qué pasó?

Andrés Velásquez dice que se trata de “acuerdo entre corruptos,”pero yo más bien especularía que fue una pelea entre corruptos. Un quítate-tú-pa-poneme-yo entre funcionarios del oficialismo y/o boliburgueses.

A Orwell le hubiese encantado esto. Ahora hasta para luchar entre ellos mismos se nacionalizan. ¿Cuándo irán a expropiar el primer ministerio?

PD:  Si tienen dudas de la homofobia en el oficialismo, miren esto.