Obesidad, protestas, clase media

Martes, 30 de julio de 2013

De Brasil a Turquía, de Egipto a India, en estos y en otros países han estallado protestas.

Y la explicación más común es…el auge de la clase media. Millones de personas en el mundo ascendiendo a la clase media ha resultado en una ola de crecientes expectativas que ha motivado protestas en países tan distantes y disímiles como Rusia y Chile.

¿Es correcta esta explicación?

Muy probablemente, sí. Pero correcta como correcto es decir que el cada vez mayor número de obesos en algunos países tiene (probablemente) una correlación con el ascenso de la clase media. Para comer más, y engordar mucho, tener más dinero ayuda. Y, si encontramos países donde hay clase media y todavía no hay gordos, siempre podemos decir que tarde o temprano los obesos surgirán.

Es decir, la expansión de la clase media es una precondición que hace más probable el estallido de protestas. Pero también una excusa para no buscar causas más directas o explicaciones más útiles.

Porque pregúntense qué es más útil. ¿Descubrir que el auge de la clase media ha provocado un aumento en el número de obesos o descubrir que existe una estrecha correlación entre vender chucherías en las cantinas escolares y la obesidad infantil?

Ruchir Sharma de Morgan Stanley se hace una pregunta tan interesante como obvia. En el mundo hay un grupo de países donde la clase media se ha expandido significativamente. En algunos de estos países ha habido protestas; en otros no. ¿Qué cosas tienen en común los países donde ha habido protestas?

Sharma descubre que donde ha habido protestas el presidente o el partido de gobierno lleva más de ocho años en el poder. Es posible que esta correlación se debilite en unos años porque estos fenómenos son proteicos. De igual modo, la tesis de Sharma nos recuerda que culpar a la clase media de las protestas, aunque correcto, no es tampoco una gran revelación.

¿El inicio del ocaso de Petrocaribe?

Jueves, 25 de julio de 2013

Muchos lo dijimos, pero ahora está pasando: el gobierno de Venezuela está recortando los subsidios de Petrocaribe. No mucho, pero esto puede ser el inicio de recortes más profundos.

Bloomberg:

Los primeros signos de que el sucesor elegido por Chávez está reduciendo US$8,000 millones los subsidios petroleros anuales en el caribe están promoviendo la visión alcista de Gramercy Funds Management LLC respecto de los bonos venezolanos en baja.

Este mes, Guatemala se convirtió en el primero de los 18 miembros de la alianza petrolera Petrocaribe que contempla la posibilidad de abandonar el programa, diciendo que Venezuela duplicó las tasas de interés sobre los préstamos utilizados para pagar el petróleo. Venezuela también recortó el crédito comercial externo en un 72 por ciento en el primer trimestre respecto del mismo período el año anterior, según cifras del banco central.

Lo extraño es que el gobierno lo esté negando:

Alfredo Carquez, funcionario de prensa de la empresa petrolera estatal Petróleos de Venezuela SA, conocida como PDVSA, negó que la compañía haya subido las tasas. “Las condiciones son las mismas que al comienzo del acuerdo”, dijo ayer Carquez.

Si bien existe una disputa por las tasas, las cifras del banco central muestran una clara declinación del crédito externo de Venezuela. Los préstamos comerciales pendientes del gobierno cayeron por primera vez en nueve trimestres entre enero y marzo hasta US$22,800 millones, con sólo US$500 millones de nuevos préstamos.

Aunque quizá no es tan raro, sino parte de su calculada esquizofrenia.

Déjenme añadir algo. Muchos piensan que si los recortes se profundizan Venezuela va a perder apoyo político en el hemisferio. Lo dudo. Sólo con decirles a los países de Petrocaribe que, apenas mejore la situación económica, los términos volverán a ser los mismos, Maduro puede garantizar apoyo.

La esperanza basta para mantenerlos en el puño. Después de todo, ¿creen que países como Guatemala o República Dominicana van a confrontar de ahora en adelante a Venezuela cuando ni siquiera Chile lo está haciendo, por no decir Brasil, México, Argentina y Colombia?

La reducción de los subsidios de Petrocaribe no acarrea ningún riesgo (y tampoco, hasta el momento, mayores beneficios). Y el gobierno va a tener que hacer mucho más para salir del hoyo donde está metido.

Caracas es un caos

Jueves, 25 de julio de 2013

Últimas Noticias publicó una entrevista con el arquitecto Fruto Vivas, titulada, apropiadamente, “Caracas es un caos.”

En la introducción a la entrevista Mario Isidro Molina dice que es difícil etiquetar a Fruto. De hecho, me costó ubicarlo políticamente dentro del espectro de la izquierda. Por ejemplo, Fruto dice, correctamente, que algunos municipios como Libertador son ingobernables por su tamaño y población. Como ya he dicho, la organización político territorial de algunos municipios debería reformarse porque los alcaldes no se dan abasto.

Pero Fruto Vivas ve al estado comunal como una potencial solución. Superponer a las alcaldías y gobernaciones las comunas (o sustituir alcaldías por comunas) es una receta para el desastre. Y sorprende que Fruto no se de cuenta de esto. Claramente, conoce como pocos la ciudad y sabe -lo dice en la entrevista- que el chavismo es un semillero de incompetencia administrativa. Pero por alguna razón Fruto piensa que la transición al estado comunal es algo factible sin hundir al país en un caos.

Más allá de esto, el viejo arquitecto hace algunos comentarios interesantes. Por ejemplo, dice algo que ya yo había notado en mis conversaciones con habitantes de los barrios: en las urbanizaciones ricas y de clase media la interacción con los vecinos es mínima. Pero en las barriadas la historia es al revés:

Los de la clase media se conocen en el ascensor; y en los barrios ricos, menos se conocen. ¡En los barrios ricos hay una soledad inmensa!…Entre los pobres es al revés, se conoce todo el mundo, hay una relación interpersonal riquísima.

Yo haría un matiz a esta observación. No es que la clase media y los ricos no tengan amigos y estén aislados. Es que los más ricos no conocen o interactúan con sus vecinos geográficos como lo hacen los pobres en los barrios.

Hace poco un habitante de Petare me contaba cómo la policía se había llevado preso a un vecino, un señor decente que habían arrestado por equivocación. Toda la comunidad se organizó para reunir dinero y pagarle a la policía para que lo liberaran. Y, cuando esto no funcionó, los vecinos acudieron a la policía. Estas historias de solidaridad entre vecinos son muy comunes en los barrios y difíciles de imaginar en urbanizaciones de clase media.

¿A qué se debe la diferencia?

Aunque estoy especulando, creo que en parte puede ser necesidad. Tener tan pocos recursos, y estar constantemente al borde de una crisis, obliga a los pobres a tener mejores relaciones con sus vecinos para sobrevivir. Y la consciencia que la tragedia del vecino puede ser mañana la tragedia propia crea un círculo virtuoso de solidaridad.

Otro factor puede ser el transporte. Los ricos pueden desplazarse de Altamira a La Lagunita fácilmente para cenar con unos amigos o familiares. Los pobres, en cambio, están socialmente atrapados en sus barrios.

Cortázar y escribir mal

Miércoles, 24 de julio de 2013

Ya escrito antes sobre esto, pero creo que puedo hacerlo mejor.

Julio Cortázar, ya viejo, solía decir que cada día escribía peor. En cierto sentido, tenía razón. Lean con cuidado el muy famoso (y muy corto) capítulo 7 de Rayuela. Miren la lógica inconsistente detrás de las comas y los puntos; la descuidada repetición de palabras (“boca,” “cerca,” “pelo”); su estilo torpe e ineficiente; el desorden oral de sus ideas. Desde cierta perspectiva, el capítulo está muy mal escrito.

Pero diciendo que “cada día escribía peor” Cortázar no necesariamente decía que era un mal escritor. Sugería que a veces, para poder recrear persuasivamente una situación (en este caso una escena muy íntima), debía romper las amarras del uso tradicional del lenguaje. Y eso, en este caso, implica relajar y distender principios lógicos de la redacción y el orden de ideas con la aspiración de crear, mejor que con una prosa tradicional, la ilusión de intimidad.

Muchos escritores se van de cabeza con estos experimentos. Pero, en este caso, Cortázar “escribió mal” una página memorable:

Crimen e ideología

Martes, 23 de julio de 2013

The Economist le dedicó su portada al triunfo de los países desarrollados en la lucha contra el crimen. Fíjense, por ejemplo, lo que ha pasado en el G7:

En Venezuela, como ya sabemos, la historia es al revés. Pero al chavismo le gusta achacarle la culpa de la alta tasa de homicidios a los valores capitalistas que el gobierno, pese a sus titánicos esfuerzos, no ha podido erradicar. Ni esto es cierto ni tampoco es cierto que la culpa es del socialismo del siglo XXI.

No hay que olvidar que, de los principales miembros del ALBA, Ecuador es el que tiene la más alta tasa de homicidios después de Venezuela. Alrededor de 22 homicidios por cada 100 mil habitantes. Venezuela tiene 52. Cuba, Bolivia y Nicaragua menos de 15. (Si utilizamos los datos conservadores, favorables para Venezuela, del Banco Mundial).

Como en varios otros indicadores, nuestro país es, de lejos, el peor del ALBA.