Martes, 8 de noviembre de 2011
Leopoldo López ha subido en las encuestas y en algunas aparece por encima de Pablo Pérez (aunque aproximadamente 15 puntos por debajo de Capriles).
Esta subida sorprende porque mucha gente piensa que votar por Leopoldo López significa perder el voto ya que “al final el gobierno lo va a sacar del juego.”
Pero ¿es este argumento válido?
Que a Leopoldo López lo pueden cerrar el paso de manera ilegal es ciertamente una posibilidad. Pero el gobierno lo haría probablemente después de un eventual triunfo de López en las primarias. Si López sobrepasa a Capriles en los próximos dos meses y le saca un cómoda ventaja (algo poco probable), el gobierno quizá lo sacaría de juego antes de las primarias -y no podría ser mucho antes.
En ambos casos descalificarlo sería políticamente costoso, mucho más que haberle trancado totalmente el juego después de la decisión de la CIDH.
¿Cómo quedaría Chávez, si una semanas antes de las primarias, decide descalificar al candidato que, remontando una ventaja de 15 o 20 puntos en las encuestas, se colocó en el primer lugar o al menos empató con el candidato que lo aventajaba? ¿No sería una confesión demasiado obvia de su miedo a López?
¿Y qué pasaría si lo hace después de un triunfo de López en las primarias? ¿No sería ésto motivo de un escándalo internacional? ¿Asumiría Chávez el alto costo político de esta medida? ¿No es un Chávez que descalifica a su joven y carismático adversario un Chávez electoralmente más débil?
Y si Chávez se atreve a descalificar a López después de un triunfo el 12 de febrero, ¿no podría el abanderado de la oposición (el segundo lugar en las primarias) hacer campaña con López nombrándolo su candidato a vicepresidente? ¿No es este escenario positivo?
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