Martes, 15 de diciembre de 2009
Hace una semana la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, Luis Estela Morales, declaró que “la división de poderes debilita al Estado” y por eso se debe reformar la Constitución. El domingo, en la última entrega de su columna Las líneas de Chávez (que casi nadie lee, incluyéndome), el presidente retomó el tema:
Es una gran verdad innegable la que anda por las calles y en la voz de nuestros compatriotas: ¡Aquí ahora sí hay Gobierno! Pero ello no basta si queremos tener República: el tiempo es propicio para que todos los poderes, liberados del lastre de su división –como consecuencia de una nefasta herencia que debemos superar más temprano que tarde– trabajen coordinadamente como lo exige el constitucionalismo popular que toma forma en Venezuela y en Nuestra América. Debe llegar el día en que la voz del pueblo pueda decir con plena certeza: ¡Ahora sí tenemos Estado!
Dos observaciones:
1) Una vez más se comprueba que Luisa Estela, la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia, es un títere de Chávez. Su declaración sobre la separación de poderes pudiese ser una asombrosa casualidad (un acto de adulación que milagrosamente coincidió con las ideas que, en las últimas semanas, circulan la cabeza del comandante), pero lo más probable es que Luisa Estela esté actuando como portavoz del mandamás.
2) ¿Qué estará cocinando Chávez? ¿Nos irá a sorprender con un anuncio antes, o durante, las vacaciones de diciembre, como ya lo ha hecho en otras ocasiones? ¿O vendrá el anuncio hoy mismo, en su discurso para celebrar el décimo aniversario de la Constitución? ¿Y cuál será el anuncio? ¿Un nuevo intento de reforma constitucional? ¿Una Asamblea Constituyente?
Por ahora algo está claro: la preocupación de Chávez con las elecciones legislativas de 2010 es cada vez más evidente.
Última hora: Chávez canceló su discurso en la Asamblea Nacional para ir a Copenhague.
(HT a Gustavo Tarre).
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