Lunes, 13 de diciembre de 2010
La reacción hoy contra las reformas a la Ley Resorte y la Ley de Telecomunicaciones fue admirable, tanto en el ámbito nacional como internacional. Creo que desde el arresto de Alvarez Paz no había visto una reacción tan fuerte (aunque la presión debe continuar y ahora manifestarse en la calle).
Pero la reacción al nuevo anuncio de Chávez, de pedir una habilitante por un período entre 6 y 18 meses, debe ser todavía más fuerte. No sólo por parte de los venezolanos, que estamos obligados a alzar la voz y protestar frente a este brutal atropello. También por parte de la comunidad internacional. Brasil, cuyo poder de influencia sobre las decisiones de Chávez sólo es superado por el de Cuba, debe tratar de interceder. José Miguel Insulza debe pronunciarse en contra de la medida. Estados Unidos, Canada y Europa deben jugar duro en términos de presión diplomática para combatir esta ley habilitante y las reformas a las leyes de medios.
Quizá esto es mucho pedir, pero sólo con presion interna y externa Chávez puede ser forzado a retroceder.
Debe recordarse que el famoso “fujimorazo” fue perpetrado en Perú cuando el Congreso le negó a Alberto Fujimori poderes especiales para legislar. Frente a esta negativa Fujimori decidió disolver el Congreso.
Chávez pretende recibir poderes especiales para bypassear la nueva AN hasta casi las elecciones presidenciales de 2012. Considerando que ya de por sí hay un desfase entre la composición de la nueva AN y las preferencias políticas de los venezolanos, lo que separa este abuso del fujimorazo es muy poco.
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